Cualquiera puede estar en una relación abierta

Imaginaos que os encontráis en un bar normal a vuestro vecino en actitud cariñosa con una persona que no es su pareja. ¿Vuestra primera opción de pensamiento sería la infidelidad o una relación abierta?

Sé que escribiendo en esta revista y para este público, muchos os plantearíais la segunda opción pero estoy bastante segura de que, incluso aquí, no sería así para todos. Nos falta interiorizar, de verdad, que las relaciones abiertas son una opción que existe. Y si entre nosotros pasa, en la sociedad monógama de ahí fuera, más aún.

Los referentes públicos ayudan a visibilizar, normalizar e interiorizar otras realidades. En el caso que nos ocupa no hay muchos famosos que hayan manifestado mantener una relación abierta o liberal. Es lógico que así sea, primero porque la vida privada es eso, privada y segundo, porque posicionarse públicamente en algo que se sale de la norma es exponerse a comentarios y críticas. Hay honrosas excepciones que sí han “salido del armario” no monógamo: Will Smith y Jada Pinkett Smith, Angelina Jolie y Brad Pitt y Núria Roca y Juan del Val. ¿Necesitamos más? Posiblemente.

Pero lo que sin duda sí necesitamos es creernos de verdad, todos, todas y en especial la sociedad monógama, que cualquiera de nuestros conocidos, vecinos o el panadero, aunque no lo hablemos, puede estar en una relación abierta. Ese cambio de chip ayudará a interiorizar estos otros tipos de relaciones. Y derivado de esto, el siguiente paso será preguntar y no dar por hecho que cualquiera está en una relación convencional. No hay demasiados datos de cuántas parejas estables podrían estar en una relación abierta o liberal, en algunos estudios he leído que entre un 5 y un 8%. No es mucho, de acuerdo, pero podría ser vuestro vecino.