El Clítoris

A estas alturas casi todo el mundo sabe qué es el clítoris, o debería saberlo. Pero hay muchas más cosas de este órgano que quizá no conozcas:
El Clítoris

Figura 1

  1. Es mucho más grande, pero no lo ves: Cuando doy un taller y pregunto: ¿Cuánto mide el clítoris? La mayoría de las personas le atribuyen unos cuatro centímetros. Más o menos el tamaño de un botón. Pero este órgano es mucho más grande, su tamaño oscila entre 9 y 12 centímetros.
  2. Es como un iceberg, sólo ves una parte muy pequeña. En realidad el clítoris se está enterrado debajo de la vulva rodeando a la vagina. (Ver figura 1)
  3. Es como un pene pero hacia adentro: Los tejidos del clítoris son eréctiles como lo son los del pene. De hecho ambos vienen de la misma estructura común que se diferencia durante el embarazo. (Ver figura 2).
    El Clítoris

    Figura 2

  4. Las mujeres también tienen erecciones: El clítoris en su conjunto (no sólo la punta visible) se llena de sangre mediante el mismo mecanismo del pene: El organismo deja entrar sangre y a la vez bloquea parcialmente su salida.
  5. Como el pene tiene glande y capucha. Ese botón situado encima de la vagina, donde confluyen los labios mayores, es sólo una parte del glande y la piel que lo recubre es el capuchón.
  6. Como en el caso del pene si se acaricia cuando está flácido produce sensaciones desagradables.

En este punto me quiero quedar, así dejo de daros la brasa con la anatomía. Vamos a ver ¿Verdad que no se te ocurriría frotar de forma enérgica el glande de un pene flácido? ¿Verdad que su dueño podría molestarse? Entonces ¿Por qué acaricias un clítoris flácido?

El clítoris tiene la misma necesidad de sangre que el pene, por favor cuando te decidas a acariciarlo ten en cuenta lo siguiente:

  • El primer órgano a excitar para conseguir un orgasmo es el cerebro. Antes de tocar si quiera su piel intenta crear alguna idea erótica en su mente. En ese momento empezará a entrar sangre en su clítoris.
  • Antes de tocarlo debes acariciar muchas otras partes del cuerpo. Recuerda: Los hombres son microondas y las mujeres hornos. Para hacer la pizza necesitas conseguir que el horno tenga una determinada temperatura. Lo mismo le pasa al clítoris, debe estar muy caliente para ser acariciado.
  • Observa bien sus reacciones, son de gran utilidad. Porque seguramente se repetirán con más intensidad cuando toques su clítoris.
  • Contacta con la vulva, no directamente con el clítoris. Si la has excitado bien estará húmeda. Si no hay suficiente humedad recurre a un buen lubricante. Eso sí, calentado a unos 38 ºC, sobre todo en invierno. Sino puedes cortar el rollo en seco. Imagina que te vierten agua helada en el pene cuando estás a tope, seguro que todo termina en desastre.
  • Acaricia primero zonas de vulva alejadas del clítoris: Los labios mayores, los labios menores, la entrada de la vagina, el monte de Venus. No lo estás tocando de forma directa pero nota los efectos de tus caricias.
  • Sólo cuando empiece a estar muy excitada puedes masajear el clítoris, pero de forma indirecta. Una buena idea es englobar toda la vulva desde arriba y moverla en círculos. Empieza con poca presión y ve aumentándola, siempre atento a sus reacciones.
  • Después del contacto indirecto puedes empezar a estimular el clítoris directamente. Vigila aquí porque a algunas mujeres no les gusta la estimulación directa, les produce sensaciones desagradables y a veces dolor. Si no le gusta continúa con la  estimulación indirecta. Tócalo por encima del capuchón.
  • Ahora ya puedes ser creativo. Puedes mover tus dedos de arriba abajo, en círculos, en forma de x, en zig zag, etc. Eso sí, por favor, ten en cuenta estos límites:
    • No aprietes demasiado. Hace daño. El clítoris no es un timbre.
    • No te pases de velocidad. Aunque lo veas en las películas porno. De verdad, no se trata de encender una hoguera frotando con tu mano.
    • No te desplaces muy lejos del clítoris. En esta fase, cuando la excitación es máxima debes mantener el contacto. Eso de desplazar la mano de ingle a ingle no es muy buena idea.
  • Cambia de ritmo. Te recomiendo un ritmo suave al principio. Más adelante y en función de lo excitada que esté lo puedes aumentarlo. Sin embargo lo realmente divertido es jugar con los ritmos. Aumentar, disminuir, incluso parar. Esto crea ansiedad y sorpresa. Dos ingredientes excelentes en el cóctel placentero de la masturbación.
  • Puedes estimular el clítoris también desde dentro. Como ya has visto en la figura 1 este se entierra en el tejido que envuelve la vagina, el contacto con él a través de sus paredes es también muy placentero. En concreto en un lugar llamado punto G. Pero de esto hablaremos en otro artículo. Estimular desde dentro y desde fuera a la vez también da resultados muy positivos.

Este artículo se ha centrado en el uso de dedos y manos, de la boca y de los objetos hablaré en próximos artículos. En cuanto al pene poco hay que decir. Es de todos los instrumentos el peor diseñado para un correcto estímulo del clítoris. En esto la tecnología digital también es superior a la analógica. Por no hablar de la oral. No es de extrañar que sea tan difícil para muchas mujeres llegar al orgasmo sólo con penetración.

Sin embargo algunos trucos pueden ayudar:

  • No penetres muy profundo, la parte más sensible se encuentra en la entrada de la vagina. Precisamente donde está el clítoris.
  • Adopta una posición con un ángulo que permita un buen contacto entre pene y la parte de la vagina donde se encuentra el clítoris.
  • Utiliza la mano o un vibrador para añadir sensaciones extras. Ella te lo agradecerá.

Todos estos consejos son útiles si quieres convertir tu penetración en algo más animado que el mete-saca del conejito Duracel. Pero hay una forma más eficaz de utilizar el pene para estimular el clítoris. Se llama We-we weche chuuk y la inventaron los nativos de las islas Truck del Pacífico Sur.

Se trata de colocar el pene sobre su clítoris y frotar con él hasta conseguir el orgasmo. Acostumbra a ser rápido, por supuesto mucho más que con penetración. Y se pueden conseguir muchos si ella es multiorgásmica.

Los nativos de estas islas tienen la creencia según la cual son necesarios uno o varios orgasmos femeninos para poder tener niños. Sólo al final, cuando se ha corrido varias veces, el varón procede a penetrarla.

En definitiva un clítoris no es más que un pene que ha crecido hacia dentro o un pene no es más que un clítoris que ha crecido hacia fuera. Como en el caso del órgano genital masculino por antonomasia necesita estar erecto para dar placer. Consigue una buena erección y todo irá bien.

Jordi Gascón Ferret

Biólogo y sexólogo.