Las noches de Nahia: “Por Madrid y por Barcelona”

Hacía años que no escapaba a una fiesta swinger por Madrid, aunque pensarás…

en tu anterior artículo te referías a escapadas allí, ¿no? Pues sí.

Las noches de Nahia

Pero desde que recién comenzaba en este estilo de vida y de entender las relaciones, el amor y el sexo, no había vuelto a ir. Y han pasado tantos años porque he estado trabajando y disfrutando de la “cidade maravilhosa”, Rio de Janeiro. Allí ni siquiera hacía falta ir a clubs específicos para tener sexo en grupo, pero ya os contaré más adelante.

Hoy volvemos a Madrid, aunque esta fiesta en realidad tiene como propósito realizarse en diferentes ciudades y la próxima además es en Ibiza. Ummm… ya preparo mi escapadita…

Te sitúo un poco, fiesta de lujo con el nombre SUBLIM EXPERIENCE. No hablaremos de dinero, pero incluía cena y barra libre. La localización fue secreta hasta el mismo día, pero las instrucciones eran bien claras:

la admisión era bajo un estricto dress code/código de vestimenta. Ellas con vestido largo oscuro o rojo: sin colores estridentes, elegante y tacón; y ellos con traje y pajarita.

Tan estricto que en la fila de acceso tenía justo detrás una elegante y simpática pareja italiana de Milán, al que un chico de seguridad le advirtió que con la corbata no podría entrar. Menos mal que tenían el coche allí mismo y se la había dejado por si acaso esto sucedía, ya que a esas horas no había nada abierto.

También eran obligatorias las máscaras durante el inicio de la fiesta y vi situaciones divertidas, porque había chicos con máscaras preciosas pero con las que comer era difícil o en algunos casos imposible sin retirarla.

Mi vestido era un sencillo y escotado vestido negro de raso, junto a una máscara y un collar dorados. Sandalias negras de tacón y mi precioso bolso YSL, Yves Saint Laurent. ¿Mi abrigo para esa fresca noche? Olvidado en la peluquería, así que… menos mal que llevé una chaqueta larga negra. ¡Salvada!, lo típico de llenar la maleta con el “para por si acaso”.

Lo especial de la fiesta y la elegancia de todo el mundo invitaban a las conversaciones amables y distendidas.

Personalmente me encantan las fiestas así. Fiestas donde la temática es sexual pero el objetivo de la asistencia no es esencialmente tenerlo. Tampoco es que sea obligatorio tenerlo cuando vas a un club, pero las dinámicas en esos lugares te llevan más a buscarlo.

Los camareros y camareras sexys pasaban continuamente con bandejas de canapés y en concreto recuerdo unas increíbles croquetas de boletus, secreto ibérico… uff!! Ya paro, que para mí la buena comida es como el buen sexo, todo es empezar y no querer acabar.

A las 12 comenzaba la hora lencería.

Muy al estilo de la película Eyes wide shut de los guapísimos Tom Cruise y Nicole Kidman. Yo me animé enseguida porque llevé unas preciosas braguitas negras transparentes de encaje muy favorecedoras junto a un collar largo en cascada con el que no me hacía falta llevar sujetador. Sólo usé unas pezoneras de cuero para no ser tan obvia. Me sentía sexy y elegante. Ningún atisbo de esa timidez que a veces me aparece en los mejores momentos. Porque no siempre tenemos que creer que las personas que van se sienten seguras, no siempre ni todo el mundo es lanzado, en el mundo liberal no hay nadie perfecto. Ni los cuerpos, ni la seguridad en uno mismo, ni la confianza y a veces ni la actitud, aunque no debiera tolerarse. Pero aquí no fue el caso, conocía poca gente, pero creo que hablé con casi todo el mundo y me besé con algunas personas también, me encanta besar. No tuve sexo y de hecho solamente un par de veces visité las habitaciones de jugar (más conocido como la tradicional puti-vuelta 😉 ).

Durante la noche pasaban e interactuaban por entre nosotros amas y sumisos, amos y sumisas. Todo muy sensual.

El local no os he contado, pero es un nuevo club que de aquí a poco se va a inaugurar: Sublim Club. Elegante como pocos. La iluminación, el papel texturado, las habitaciones, los detalles del bar… Espero poder escribiros algo más sobre él en breve. Ya estoy deseando volver.

Me quedé con ganas de probar más, y no lo digo por el catering que era buenísimo.

En el próximo número os hablaré de la fiesta en Oops a la que voy hoy, y a la que hay recomendación de vestimenta sexy/elegante.

Hoy voy a ser dulce por fuera y porno por dentro.

A los que me seguís he de avisaros de que hay un perfil falso duplicado por Instagram que no consigo que lo retiren. En él indica que hace videollamadas y tiene un link a una web para adultos. Tanta censura, tanta censura y cuando solicitas la retirada nadie responde. Paciencia, me repito a mí misma.

Sed libres.

Si te apetece algo menos invasivo, por decirlo de alguna manera, puedes asistir a fiestas con diferentes temáticas donde puedes ser creativa en el vestuario o ir discreta sin ser juzgada en ninguna de tus elecciones. No te preocupes. Con cualquiera de tus opciones si la actitud está, siempre funcionará. Temáticas con Dresscode o código de vestimenta estricta no suele ser lo habitual pero hay días de lencería, de rojo, de blanco, de colegiales, ángeles y diablos, bdsm… Juega. Disfrázate.

Siéntete libre. Siéntete Gente Libre