MÉNAGE À TROIS
De repente me encuentro aburrida frente al ordenador, una tarde más buscando en “Tinder” una nueva pieza que devorar.
No está la cosa muy boyante, empieza a ser repetitivo y tedioso esto de ligar por medio de la red.
Decido tirar de agenda, (si!, las chicas también tenemos de eso, no sólo vosotros tenéis folla amigos).
A.B,C,D… ¡Ummmm!: (pienso para mis adentros), David, ese chico que trabaja en las ambulancias, tan dedicado a ti y a tu sexo cada vez que tenéis un encuentro furtivo.
Descuelgo el teléfono, marco su número y espero el tono.
Hola David, ¿te apetece quedar esta tarde y nos vemos y tocamos un rato?. Digo maliciosamente.
Por supuesto Iría. Me encantaría, en mi casa sobre las siete.
Una ducha rápida, maquillaje, y ropa sencilla..unos jeans que marcan mi culo, ese es mi atuendo.
Me presento frente la puerta de sus casa y llamo al timbre.
Hola bonita, te pongas lo que te pongas tu siempre perfecta. Pasa tengo una sorpresa para ti.
Me adentro en el piso de soltero, en la mesa hay una botella de vino tinto, recién descorchada, David me conoce, sabe me gustan los detalles.
De repente de una habitación, sale un morenazo imponente de 1.80 y pelo largo, saludándome muy afectuoso.
-Hola soy Paolo, (con acento italiano). Soy compañero de piso de David desde hace una semana.
Ayyss! Suspiro yo en voz alta. Que callado te lo tenías David…
Me sorprende que en nuestra cita no estemos solos y pienso que Paolo solo se ha quedado para saludar y de paso ver como es la amiga con derecho a roce de David.
Paolo es muy atractivo, quizás más que David, tiene unos grandes ojos negros que te escanean entera de arriba a abajo y ese don tan particular de los italianos. Enseguida me ofrece una copa llena de vino.
Visto lo visto, me va a costar no coquetear con los dos.
Decidimos que como estamos a gusto quizás más tarde pidamos unas pizzas para cenar. Me siento bien y no me espera nadie en casa más que un pez en su pecera y no creo que este noté mi tardanza.
Tercera ronda de copas. Tengo calor, y no soy la única. Paolo se ha quitado la camiseta dejándome ver su torso desnudo muy fíbrado. Claramente es una invitación sexual. Yo sonrío y me hago la interesante. Esto se pone complicado. David tiene su mano acariciándome el muslo por encima de mis tejanos.
Creo que voy a ser el jamón dulce del sandwich.
Los dos me miran deseosos.
Y de repente David me besa retorciendo su lengua en mi boca mientras Paolo me acaricia el cabello como pidiendo permiso para unirse a la fiesta privada.
Yo estoy excitada, no se si por el vino, el calor sofocante de aquella casa, y dos chicos para mi sola de muy buen ver.
Es como una coreografía bien ejecutada, parecen estar muy duchos en el tema de compartir, no sólo un piso, si no, que también a una amiga.
Me desvisten con cuidado, bajando mis pantalones, mientras cuatro manos rodean mi cuerpo, y dos bocas me besan por el cuello y boca y el interior de mis muslos.
David llega a mi vagina con sus dedos, introduciendo y sacando deliciosamente y empieza a masturbarme mi clítoris hasta hacerme suplicar su penetración.
– ¡Quiero tu humedad en mi boca nena! Córrete para mi…
Me dice entre jadeos y suspiros ahogados. Sólo su voz me excita enormemente . Me encanta la escena, digna de una actriz porno experimentada, y yo me dejo llevar por estos dos caballeros. Estalló en su boca muerta de placer, mientras sostengo el pene erecto de Paolo con mi mano sin dejar de masturbar. Este me mira con ojos de deseo puro, apenas hay palabras en este baile para tres, pero nos entendemos a la perfección y se comportan con total delicadeza.
David me pide follarme de una vez por todas y sus manos celosas invaden el espacio de Paolo y cuando por fin está dentro de mi, girándome boca abajo, pone su pelvis sobre mi culo y empiezo a moverme para él…mientras toma mi cintura con sus manos. Sé, que está satisfecho de poder tomarla casi toda con solo dos manos y que en ese momento sea suya y de su amigo.
En ese instante cambiamos de posición, nos ponemos de pie y mientras el uno abre mi culo para hacerlo suyo, el otro se pone de rodillas frente a mí y empieza a hacerme sexo oral, yo grito de placer, cada vez es más y más intenso y ellos tampoco lo pueden ocultar, finalmente casi extasiados…Decidimos terminar en la cama de la habitación para estar más cómodos los tres, me siento sobre Paolo que terminaba de hacerme sexo oral, y penetra dentro de mi culo aún caliente…abro muy bien mis piernas que temblorosas de tanta excitación apenas me sostienen mientras David está dentro de mi vagina, todos son gemidos…y éxtasis.
Más tarde llegará la pizza y quién sabe, cuál de los tres saldrá para abrir la puerta, después de aquel (ménage à trois).
Iría Ferrari
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