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Nuestra Historia
Quizás no lo sepáis, pero esta publicación que tenéis en vuestras manos es la heredera directa de la mítica revista LIB, la pionera del mundo swinger en España, la primera que se atrevió, no sólo a hablar del tema, sino a erigirse en el primer medio de contactos, mucho, muchísimo antes de que alguien imaginara poder hacerlo con tan sólo un click. Así que… sí, lo que hojeáis en este momento es un pedazo de Historia, de vuestra Historia.
Seguramente lo que ahora vivís y disfrutáis no hubiera sido posible sin estas páginas y sin las personas que las promovieron. En su leve satinado habita nuestro origen, se refleja nuestro presente y se proyecta nuestro futuro, y esto, en esencia, es la Historia: conocer el ayer para entender el hoy y construir un mañana mejor.
Algún gurú iluminado del sexo, de esos que abundan hoy por redes, dirá que no es importante saber cómo surgió el movimiento swinger en España; otros, menos iluminados y menos dotados aún, intentarán barrer para casa con todo tipo de sandeces que inflamen sus ansias. Quizás a éstos se les ocurra contarnos que sus ancestros catalanes ya organizaban orgías acrobáticas y que éstas son el origen de los castellets; o que toda práctica sexual proviene de Euskal Herria porque, viendo a los aizcolaris, es evidente que los vascos son los mejores “clavando el hacha”; quizás relaten que fueron los madrileños los primeros en desfogarse a través de contubernios judeo-masónicos anarcocomunistas tras sus largas carreras delante de los grises; o que los volantes y el amplio vuelo de los vestidos de sevillana servían para ocultar maridos ajenos ante los ojos de la Santísima Inquisición. Por último, y dejando a un lado ejemplos torticeros, es más probable que nos encontremos con los que, aspirando a ser serios y creíbles, nos relaten el cuento de que todo comenzó en Estados Unidos y que el fenómeno entró en la Península a través de las base de Torrejón, de la manita de aguerridos pilotos de guerra. Éstos, por lo visto, intercambiaban fluidos propios y ajenos en un intento por estrechar lazos y así asegurarse que los camaradas se hicieran cargo de sus esposas en el caso de que ellos cayeran en combate. Esta es la versión más extendida, aunque no deja de ser tan absurda y esperpéntica como las que me he inventado anteriormente para ilustrar el texto. Todo se basa en el MITO y en la afición que tenemos por explicar cualquier origen de la manera más emotiva y heroica posible. Algún yanqui con onanismo patriótico decidió coger a unas figuras reverenciadas de su entorno (véase los inspiradores de Top Gun), añadirlos un sentimiento más cercano al machismo que encomiable (velar por sus pobrecitas y desamparadas esposas), agregar ambos al acto que se pretendía explicar y… ¡Bingo! Ya consiguió un origen fabuloso para el movimiento, con machotes duros, pero sensibles, barras y estrellas, emotividad a raudales y un pretendido amor tan potente que fue capaz de sacrificarse y romper el tabú de la monogamia.
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Del mismo modo, Roma fue fundada por un par de bebés huerfanitos amamantados por una loba con conciencia y sin hambre, los españolitos nos creemos descendientes directos del testículo derecho del Cid y, por lo visto, gracias a que el primer hombre tenía una costilla de más, hoy, según la Iglesia, contamos con unas jamelgas hermosas que nos hacen compañía y aseguran nuestra especie. Mitos…, mitos que muchos creyeron y otros tantos creen aún, pero si queremos merecernos nuestra denominación de Homo Sapiens, vamos a tener que esforzarnos un poco en desarrollar nuestro pensamiento lógico y crítico, vamos a tener que ser más asépticos y, sobre todo, vamos a tener que aprender a ceñirnos a las pruebas.
Para empezar y como ya dije antes, tenemos entre las manos una de esas pruebas: la publicación que supuso el génesis del movimiento swinger en España. Lo demás, de momento, son cuentos, historietas… mitos.
Para mí, un quincarrilla de barrio cuyo único mérito (y salvación) fue ser demasiado inquieto, es un honor haber sido publicado entre estas páginas, y creo que deberíamos sentirnos privilegiados cuando entramos en un club y podemos coger la revista gratuitamente porque, no sólo nos aporta información, entretenimiento y cultura, sino que, además, nos otorga la posibilidad de tocar un trocito de Historia, de NUESTRA PROPIA HISTORIA.
P.D.: Entonces… ¿Cuál es el verdadero origen del movimiento swinger? Prometo escribir sobre él o, al menos, contaros todo lo que se puede decir de él.
Antonio Álvarez Veci
Liberi Ars Amandi
Escritor, asceta epicúreo, adicto a la libertad y precursor del NO como fuente de conocimiento. Autor de Liberi Ars Amandi.
Me encantaría disfrutar de vuestras publicaciones. Gracias
Conocí el mundo swinger en mi país (Colombia.)gracias a una revista cómo está.se llamo Sobre de manila.la vendían en kioskos y la entregaban sellada en un sobre.hace ya casi 4 décadas.ellos empezaron organizando unas reuniones a manera de local swinger.pues estos no existían aún.y así nos conocíamos y contactabamos los ke comprabamos la revista.y fue entonces como mi esposa de entonces y yo conocimos el mundo swinger con escasos 20 añitos.