DEBATE: SWINGERS Vs LIBERALES
El modelo de pareja monógama exclusiva ha sido contestado desde el primer día de su imposición. Las infidelidades han estado al orden del día en cualquiera de las épocas y las han cometido hombres (con mucha más frecuencia y notoriedad) y mujeres (en menos ocasiones y con mayor discreción).
Sin embargo las infidelidades, si se descubrían, eran siempre fuente de desgracia para todos. Aunque mucho más para quien era víctima, por supuesto.
La mayoría de casos de infidelidad acababan (y acaban) o bien en el resquemor para toda la vida o bien en la separación y el divorcio.
Algunas veces esa separación se da entre personas que se quieren y tienen una relación bastante buena. Pero tirar todo eso por la ventana es como un mandato social. Ante el escándalo la única respuesta es la separación, o bien una larga terapia de pareja.
Ya sé, lo importante es la falta de confianza y tal y tal. Sin embargo las faltas de confianza en otros aspectos se perdonan con más facilidad y, sobre todo, con mucho menos melodrama.
Un grupo de personas decidieron ya hace unos años plantearse las cosas de otra manera. Con gran esfuerzo superaron los celos y los prejuicios y se aventuraron en la sexualidad no monógama y no exclusiva.
No todas las parejas encontraron una solución idéntica. Unas se abrieron un poco, otras del todo, pero cada una según su criterio.
Las parejas liberales son un continuo entre dos extremos:
En uno tenemos el ideal de la tradición: Una pareja monógama exclusiva donde ambos miembros no tienen ni la intención de relacionarse con terceras personas.
En el otro la total libertad de acción. Pueden tener tantas aventuras como quieran e incluso vincularse emocionalmente con varias personas.
Entre medio de estos dos extremos hay un continuo de pactos de todo tipo. Tenemos parejas abiertas sólo a la experiencia visual, otras al petting, otras al contacto no genital, otras a un tipo de contacto genital, etc. Hay tantos pactos como parejas.
Pero por encima de las parejas están las personas. Son las personas las que son o no liberales. Venimos al mundo para ser lo más felices posible, no para conseguir o mantener una pareja.
Como he dicho cada pareja tiene una idea de cómo debe ser una relación liberal. Yo diría incluso que cada persona tiene una y que el consenso entre todas da como resultado el pacto en la relación.
Pero todas tienen en común ciertos valores:
Fidelidad al pacto, no a la tradición:
Se pueden o no tener relaciones fuera de la pareja pero no por imposición social sino fruto del consenso.
Separación entre sexo y afectividad:
Consideran, en general, que el juego erótico es una cosa y las relaciones amorosas otra. A veces pueden coincidir o no, pero no necesariamente.
Concepción lúdica del Erotismo:
El sexo es un juego y como tal inofensivo si se hace de forma segura, sana y consensuada.
Gestión de los celos:
Sienten celos, como todo el mundo. Pero en lugar de dejarse arrastrar por ellos intentan gestionarlos para evitar destruir su relación.
Mi tesis es la siguiente:
El Ambiente liberal está formado por todas aquellas personas que, en mayor o menor grado, tratan de superar la pareja tradicional monógama y exclusiva.
Dentro de este existe una gran diversidad de soluciones, una de las cuales es la pareja swinger. Entendiendo por tal aquella relación en que sus miembros juegan eróticamente con otras parejas o con terceras personas. Pero siempre en el mismo sitio y juntos, nunca juegan por separado.
Pero esto es sólo mi opinión, si tienes otra, quieres matizar o simplemente compartir una amigable conversación déjame tu comentario a continuación.
Jordi Gascón Ferret
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Biólogo y sexólogo especializado en divulgación y asesoramiento erótico.
Realiza talleres, aparece en los medios de comunicación y también da asesoramiento sobre juegos eróticos en privado.
por supuesto que tenemos otra opinión, hablas de Swingers con un barullo de ideas lliberales que ni se asoman a lo que es un pareja Swinger, atreviéndote a publicar un anuncio con un título que nada o poco alude a Sw.
Te puntualizaremos que el verdadero ambiente Sw no lo encontrarás en ningún club a los que es relativamente fácil el acceso a por sexo fácil al que acuden normalmente hombres y parejas de compromiso emulando un Swingeo inexistente. ¿en eso te basas?
Por favor, ilústrate un poco, habla con SuNi y que te asesoren un poco.
¿Pues entonces, qué es para ti? Lo podrías describir en más detalle, en vez de solo criticar el artículo… Yo me metí aquí por curiosidad, y según lo escrito, yo desde luego estaría en la categoría de liberal pero no de SW. El mundo SW no me gusta por la misma razón que las religiones: demasiadas reglas. Así que me considero “espiritual” pero no religiosa, y “liberal” pero no swinger.
La ciencia de la sexología agrupa a las parejas swinger dentro de la categoría “No monogamia”. A mí, personalmente, no parece bien pues nada tiene que ver la monogamia con la exclusividad. Prefiero calificar a todo el espectro de relaciones no exclusivas como liberales. Y lo hago en contraposición al imperativo social predominante.
Así una pareja es liberal cuando se salta el imperativo absolutista de la exclusividad. En el grado que ambos decidan, por supuesto. Y la opción swinger, hasta donde sé, es una salida consensuada al mandato social. Con sus límites, un poco más estrechos que los de la pareja abierta. En eso estaremos todos de acuerdo.
El grado de apertura de una u otra pareja y de las infantas modalidades que puede haber entre ambas debe ser siempre fruto del consenso libre e informado de ambas personas. De otro modo no podríamos calificar tal pacto de liberal. Sería una imposición tan inaceptable como la que se da en la pareja común y corriente, cuya exclusividad, como en la mili, se le supone.
Es más, considero tan liberal una pareja cerrada cuyo pacto sea fruto de una reflexión libre e igualitaria, sin coacciones ni amenazas (internas o externas).