Las noches de Nahia: La c3nsur4 a los swi ngers
Los swi ngers estamos c3nsur4dos. Y el s3x0 y todo lo s3xu4l que sobre todo implique el cuerpo de una mujer y sus p3zones, más.
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Cuando cuento mis experiencias siempre pienso en lo que me llama la atención de este mundo que vivo tan increíble para mí, pero últimamente veo que hay muchas personas a las que les falta información y me plantean dudas por redes sociales, así que voy a hacer un inciso en mis relatos para hacer una aclaración. Bueno, al final seguro, seguro que cuento mi última experiencia…
Vivir plenamente la sexualidad en pareja es uno de los máximos disfrutes que tendrás en tu relación, no obstante, debes aprender a hacerlo de manera sana y segura. Un sex shop en Barcelona tiene alternativas eficientes para estimular la sexualidad, pero ¿es eso suficiente?
Nirvana Club Privado Madrid organiza una fiesta temática de manga los días 16, 17 y 18 de junio
En mi adolescencia, además de tener la típica cuadrilla del cole, siguiendo mis inquietudes por descubrir mi sexualidad, también tenía mi cuadrilla lgtbi+, y con ésta nos aventuramos a participar en un grupo de performances donde a través de la temática BDSM lanzábamos mensajes por la libertad sexual.
Nos queda un buen trecho por recorrer, aún tenemos que romper muchos estereotipos. Falta mucho, solo estamos empezando a andar.
Este fin de semana, hemos estado en un local de ambiente swinger. Después de un buen rato de charlar con los amigos, entró un chico que ya conocíamos. Un chico de unos cuarenta y pocos años, acompañado de un amigo que, según él, era su primera vez.
En este masaje se conjugan dos elementos esenciales: el arte y la técnica. Tiene su base en técnicas orientales y se aplica a todo el cuerpo a través de las manos. Va mucho más allá del “final feliz”.
la admisión era bajo un estricto dress code/código de vestimenta. Ellas con vestido largo oscuro o rojo: sin colores estridentes, elegante y tacón; y ellos con traje y pajarita.
Cuántas escapadas a los club swingers de Madrid! Quién se anima?
Mi primera vez en un club swinger fue una experiencia increíble.
Mi hermana cantaba en un grupo de rock metal y su marido, un motero alemán, siempre había trabajado en bares. Así que su casa parecía uno. Tenían una enorme terraza techada, decorada con matrículas de moto, cascos, botellas de whisky, redes de pesca, espejos rotos y un montón de luces. Cuando las encendían, la terraza se veía desde la carretera que llevaba hasta la cima de la montaña y sus amigos sabían que esa noche podían subir a tocar música y beber cerveza.