VIVA LA TOLERANCIA en Le Fou Royal
Aquí de nuevo con vosotros el resurgido Carlosky, después de un montón de meses de retiro forzado por culpa del repelente “Carroñavirus”.
Y ¿Para qué estoy aquí de nuevo? Supongo que os preguntaréis (o quizá no).
Pues para contaros que una vez ya finalizado mí retiro y para celebrarlo, me fui con una buena amiga a la fiesta que el pasado sábado 19/3/2022, organizó Le Fou Royal en un lugar de la comarca de Barcelona de cuyo nombre no quiero acordarme.
Y ¿De qué iba la fiesta? Os preguntaréis los que os la perdisteis por perezosos.
Pues resumiendo un pelín, iba de Bdsm/Spanking/Fetish/Bondage/Shibari/Etc… (Un desmadre de mucho cuidado, para que lo entendáis los no introducidos).
Y ¿Cal era el Dress Code? (Código de vestimenta para los no pijos).
Pues resumiendo otro pelín, había que ir como si no fueses ni al super ni a una boda y en ello se incluía también el desnudo total, para quien dispusiera de pocos recursos.
Para facilitar el estricto cumplimiento del mencionado código, el local disponía de una sala donde cambiarse y de guardarropía donde dejar la ropa de Maruja/Manolo/Pija, con la cual es de suponer que se llegaba a la fiesta y en la que me incluyo, dado que mi amiga y yo veníamos precisamente de cenar, en la celebración de una boda pija.
Dicho todo esto os podéis imaginar la gran variedad de vestimenta y desvestimenta, que pululaba por todos los recovecos del local y como es de suponer, os lo tendréis que imaginar, dado que estaba estrictamente prohibido el uso de móviles y cámaras.
Y ¿Cómo se desarrolló la fiesta? Pues haber venido, coño (y alguno habríais visto).
Pues la fiesta se desarrolló como es habitual en los ambientes liberales y desinhibidos, con el máximo respeto y la absoluta tolerancia ante la gran diversidad de opciones y diferentes actitudes, concurrentes en un mismo y altamente concurrido espacio.
Cuando se dice que en ambiente liberal existe un gran respeto, yo creo que realmente ese es el mismo respeto que debería existir en todos los ambientes (especialmente en los nocturnos) y que desafortunadamente no suele ser así.
Pero detrás del respeto a mí personalmente me fascina el ambiente de tolerancia, es decir que no importa si la gente es joven o mayor, guapa o fea, gorda o flaca, porque lo que más se valora es la actitud de las personas, ante las diferentes situaciones.
Todo el mundo es bienvenido y aceptado si su actitud es la correcta.
Y ¿Qué más os puedo decir? Pues que mi amiga y yo nos lo pasamos pipa y que empatizamos con asistentes que podrían ser tranquilamente nuestros hijos (pero que afortunadamente no lo eran).
Solo deciros que llegamos a la fiesta a las 12h de la noche y nos fuimos pasadas las 4h, habiendo disfrutado de todo un poco y con muchas ganas de repetir la experiencia.
Carlosky