Hace algunos años, conocí a una chica en las Ramblas de Barcelona, el encuentro fue casual, no soy un don Juan, soy uno mas entre todos, sin embargo aquella señora, con el tiempo había empezado a mantener una relación un poco digamos…, más que amigable…

 

Un día me invitó a comer y me comentó que me haría un regalo por escucharla y dedicarle mi tiempo. Eso me conmovió mucho, la comida estuvo exquisita, ella me avasallaba, la personalidad de esta mujer era muy grande, además era muy bella y con un cuerpo muy bien torneado, no tardo mucho en seducirme…, me llevó a un hotel en su coche.

 

Para mi, eso era una nueva experiencia ya que nunca había estado en un lugar así. Ella solo sonreía, preparó un par de copas, se acercó y mientras bebía, me besaba tiernamente el cuello y me desprendía la camisa para acariciarme el pecho mientras sentía como mi miembro crecía y quería salir a la libertad. Le toqué su hermosa cabeza y esos cabellos de seda, luego ella acerco sus labios y abrió la boca, con su lengua lamió mi boca, la rodeé por la cintura, ella tenia el control y lo ejercía…, sabia como hacerlo…, jugó entonces con sus manos en mi espalda y sacó mi camisa de los pantalones y me apretó contra su cuerpo, pude sentir entonces los pezones duros y el aroma de su piel, una sensación de naturaleza, de frescura…, entonces mi mano jugó con su blusa y por debajo de ella corrió hasta su falda y la levantó suavemente, pude sentir entonces la tersura de las medias hasta la mitad del muslo y mientras tanto su boca se confundida con la mía, nuestras lenguas se cruzaban en una lucha por el placer de sentir.

Recorrí su cuerpo que fui desnudando y acariciando a veces apretando o mordiendo, descubrí así sus pechos exquisitos, maduros pero firmes, llenos de energía…, sus pezones duros y dulces, su pubis suave y aromático, lo recorrí con mis dedos, luego con mi boca y finalmente mi pene, erecto, duro, a punto de estallar, se abrió camino y le pude regalar un orgasmo brutal…, sus mejillas estaban rosadas y el sudor sobre su frente, su sonrisa y ese aliento a sexo inundaba todo el espacio. Fue el polvo mas sensual e increíble que he tenido en años.

 

Conocí también a una amiga de ella, otra dama distinguida con su misma categoría, era muy fina y esbelta poseía unos ojos vivos y era realmente muy seductora. Un día me llevaron a una casa de campo y allí estuvimos compartiendo un almuerzo que prepararon entre las dos para mi…, ¡por supuesto con buen vino…!, y después del ágape la ocasión se prestaba para disfrutar a mil y así lo hicimos, bailamos los tres juntos y nos acariciamos, mientras nos tres nos íbamos besando, me dejaba llevar y pronto estuve casi violado por estas dos damas que ahora eran solo dos hembras en celo que buscaban diversión…, en ese punto ya no sabia a quien besaba o a quien tocaba…, de quien eran las tetas que chupaba o el culo que apretaba, la boca que me chupaba el pene o mis testículos…, todo era una vorágine de manos, lenguas, sudor, saliva… Gozamos los tres, de una manera indescriptible, sus húmedos sexos me recibieron una a una, mientras la otra me besaba o ayudaba a que mi cipote entrara más a fondo…, no hubo agujero que no probara o que no me invitaran a hacerlo, ¡fue una follada, un trío de lo más increíble!.

Así que desde ese momento disfruto de todo lo que os he contado, y de más aventuras sexuales…, mientras ahora mismo mientras os escribo estas primeras experiencias con mi trío de chicas, me estoy enculando a una hermosa hembra y a la amiga de esta…